15 de diciembre de 2010

La naranja brillante

Los consumidores nos hemos acostumbrado a que la piel de las naranjas que compramos en tiendas y mercados tengan brillo. Ese brillo es resultado de la aplicación de ceras en el proceso posterior a su recolecta y que tiene como finalidades básicas reducir la marchitez y el arrugamiento durante su almacenamiento y mejorar la apariencia ya que dan lustre a la superficie. En un mercado como el nuestro se exige este tratamiento con cera ya que el consumidor se ha acostumbrado al producto brillante además de ayudar a mantener en condiciones una naranja que puede llevar mucho tiempo almacenada. En la mayoría de ocasiones, el recubrimiento con estas ceras es la única opción de la que disponen las empresas de vender un producto de aspecto lamentable y calidad mediocre.
Es, además, sabido que algunos países y organismos oficiales como el departamento de agricultura de los Estados Unidos han recomendado no utilizar el uso de ceras en las frutas y vegetales.
Añadir que, en algunas ocasiones, el encerado se acompaña de un tratamiento fungicida para que en la tienda no crezcan microorganismos que echen a perder la partida.
A nuestras naranjas no se les aplica, a parte del cepillado, ningún tratamiento postcosecha  pero tampoco lo necesitan ya que se entregan antes de que hayan transcurrido 24 horas y mantienen el mismo aspecto fresco y natural de cuando fueron recogidas del arbol. Además, en condiciones de conservación adecuadas puede guardarse en casa perfectamente mas de tres semanas, conservando sus cualidades y frescura. [J]

1 comentario:

  1. Existen países donde recomiendan lavarse las manos después de pelar la naranja ya que algunos de estos productos son tóxicos. He encontrado un artículo interesante sobre este tema:

    http://www.ellibrepensador.com/2008/11/29/un-veneno-en-las-manos-de-todos-tiabendazol-orthophenylphenol/

    Josep

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